Año nuevo en el gran azul

Las olas a veces nos bañan. © AnnaFrühling

Luego de más de dos semanas de navegacion, llegó el año nuevo a nuestro buque-hogar. Recibimos el 2017 de una manera muy especial, brindando en la cubierta del METEOR entre sonrisas y deseos de felicidad para todos. Un comienzo de año muy atipico pero hermoso, con olor a mar.

Despedimos al 2016 cantando y riendo, compartiendo la alegria con todos los habitantes de este buque. Compartimos un momento lleno de alegria, y no nos detuvo ni siquiera la diversidad de idiomas, porque pudimos trascender las palabras y disfrutar el momento.

Como es costumbre em este buque, cada mañana a las 10.30 se libera un globo lleno de helio que se encarga del sondeo de la atmósfera. Ayer lanzamos uno todos juntos, y con él fueron nuestros deseos para el 2017, que nos encargamos de escribir en un pequeño papelito el 31 por la noche.

La vida a bordo del METEOR es simplemente hermosa. Las noches sin nubes nos muestran unas estrellas luminosas que nunca antes había visto. El océano cada día luce más azul. La gente es amable, amorosa, y con sonrisas permanentes.

Las olas a veces nos bañan.
© AnnaFrühling

Nos acercamos a la recta final de esta travesía y vamos a estar en uno de los lugares más interesantes del océano mundial: el fantástico océano atlántico Sudoccidental. Espero fuertemente que el tiempo nos acompañe y podamos muestrear esta zona tan interesante para así conocerla al máximo. Nos acercamos a un lugar que oceanográficamente hablando, es fantástico para conocer.

 ¿Cómo son los días a bordo?

Para aquellos curiosos de cómo son los días en nuestro buque, les cuento un típico día mío. A las 00 comienza mi turno de trabajo nocturno, donde nos encargamos de realizar estaciones UCTD a cada hora y lanzar XBTs cada algo más de dos horas. Luego de una noche llena de estrellas, (o lluvia, o viento) a las 04 llega el momento de ir a dormir! Luego, me levanto cerca de las 11 y tomo un desayuno-almuerzo para estar nuevamente en cubierta a las 12 del mediodía: comienza mi turno otra vez! Si el día está lindo me paso horas bajo el sol, admirando el mar. Y si no hay sol, me quedo simplemente disfrutando el GeoLab junto con mis compañeros de turno y los marineros. Durante la semana, a las 14 horas asistimos a las clases de Martin, que siempre nos dejan alguna enseñanza. Es en esos momentos donde realmente confirmo que estoy en el lugar indicado, haciendo lo que me gusta y aprendiendo un montón.

Gastón y yo, haciendo alguna que otra sudamericaneada. ©AnnaCanning

Y no nos olvidemos de las pequeñas cosas que hacen que la vida a bordo sea tan agradable: los mates compartidos, las charlas, cenas, almuerzos, los intentos de aprender aleman, los juegos en cubierta, los encuentros en el bar, las noches mirando las estrellas y la incontable cantidad de horas mirando, admirando y disfrutando del imponente mar que nos rodea.

Ya luego de dos semanas, estamos acostumbrados al movimiento del mar y el METEOR se convirtió en un dulce hogar para todos.

Dani

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